martes, 24 de mayo de 2011

¡Por fin mojados!


Marel González Escobar
 
 Los  aldeanos le  recordaban  con  nostalgia, pero  ella,  pícara, no  se  dio  por  enterada  de  su  larga  ausencia.  Doctores,  comerciantes, campesinos, periodistas, poetas, y pintores miraban al  cielo.  Con ojos  y  pies  mojados,  trataron  de  desentrañar sus planes,  pero ella,  presumida no dio señales. De boca en boca, su nombre  anduvo en las plazas y calles. 
Más de una vez prometió el regreso, y más de una vez dejó a todos con los preparativos del recibimiento. Pero este martes, burló aquello de "ni te cases, ni te embarques",  resuelta humedeció los diarios en primera plana.  

La  lluvia había  vuelto a  la  ciudad…